Fecha de celebración: 7 y 8 de septiembre (festividad de Nuestra Señora de La Guía).
La villa marinera de Llanes celebra cada año la Fiesta de la Virgen de La Guía, declarada de Interés Turístico Nacional. Esta devoción, con más de cinco siglos de historia, tiene como epicentro la ermita situada en lo alto del promontorio que domina la costa. Allí comienza una tradición que, además de fervor religioso, refleja la identidad cultural del oriente asturiano.
La celebración arranca el 7 de septiembre con la popular procesión nocturna, también conocida como procesión de las mantillas. Cientos de mujeres, vestidas de negro y tocadas con mantilla blanca o negra, acompañan a la Virgen portando una vela y un nardo, flor que simboliza pureza y humildad. La comitiva desciende desde la ermita hasta la Basílica, con parada frente al mar, momento en que la imagen se gira hacia la ría mientras suenan sirenas, voladores y fuegos artificiales. El ambiente resulta único y profundamente emotivo.
El 8 de septiembre, día grande, comienza con el estallido de cohetes y continúa con la Misa solemne. A su término, la procesión recorre de nuevo las calles hasta la ermita, acompañada por estandartes, gaitas y grupos de aldeanas ataviadas con el traje tradicional. Uno de los momentos más esperados es la Danza de Arcos, interpretada por niños y niñas vestidos de blanco, que realizan figuras coreográficas de gran simbolismo, como la venia o la bóveda. Esta danza, junto con el ofrecimiento de ramos y el festival folclórico, completa el ceremonial.
- Procesión nocturna: mantillas, velas y parada frente al mar.
- Danza de Arcos: niños danzantes en honor a la Virgen.
- Flor simbólica: el nardo, emblema del bando.
- Identidad marinera: cinco siglos de tradición llanisca.
La Virgen de La Guía es más que una fiesta: es la expresión viva de la unión entre fe, mar y cultura popular en el corazón de Llanes.